Este equinoccio de primavera coincide con el ingreso de Urano en Aries, en conjunción con el Sol. Un acontecimiento que, después de un largo ciclo, representa el brote de la vida irrumpiendo con potencia, todas las posibilidades, entusiasmo y creatividad.
El ambiente energético
Como impulsados por una gran explosión, el Sol, Urano, Júpiter y Mercurio en Aries, y el Ascendente en Sagitario, proporcionan ímpetu, audacia e impaciencia. Ya no hay espacio para las demoras o postergaciones. Marte en el Fondo del Cielo puede reducir la resistencia para sustentar los movimientos escogidos. Saturno-Luna en Libra reflejan la atención a las necesidades y opiniones de todos, aunque también el deseo de mantener las apariencias, de conservar los privilegios, una postura algo cómoda, indulgente y poca determinación. La mente está abierta a aceptar e insertar ideas nuevas y criterios de avanzada (Venus-Neptuno en Acuario y Quirón en Piscis). Pero la división entre lo que se quiere y lo que conviene, lo que se desea y su precio o lo que se puede perder provoca desgaste, agotamiento progresivo, pérdida de la capacidad de afirmarse, imprecisiones, intentos de manipulación, dramatismos y fanatismos que dividen aún más, tanto en lo colectivo como en lo personal (Marte en Piscis).Lo laboral y financiero
Tauro en la casa VI señala la búsqueda de estabilidad, en un marco de participación colectiva, con propuestas alternativas como el trueque, intercambios y acuerdos personales (Venus-Neptuno en Acuario), y promoviendo la creación de un sistema y gestión financieros totalmente diferentes (Plutón en Capricornio en casa II). En este sentido puede observarse un cambio drástico en la valoración de tierras, inmuebles y otros bienes. Si bien la actividad bursátil puede dar buenos dividendos (Mercurio y Júpiter en Aries casa V), las dificultades ocasionadas por deudas y compromisos antiguos persisten, así como la certeza de que lo que se perdió no se recupera más. Del 31 de Marzo al 24 de Abril, Mercurio retrógrado en Aries marca un período de balance que puede provocar ansiedad. Se sugiere evitar decisiones aceleradas o a largo plazo, tener cuidado con el dinero y la especulación. Si estamos atentos, Vesta en Capricornio y Palas en Acuario en casa II confieren prudencia, moderación, buena intuición e ingenio financiero. Y el Medio Cielo-Juno en Virgo reflejan eficacia derivada del esfuerzo, la integridad, la laboriosidad y la sencillez.Las relaciones personales
La energía renovada estimula el encuentro, el renacimiento del juego y la pasión (casa VII en Géminis, Mercurio-Júpiter en Aries Casa V). Las relaciones son un factor de alegría y expansión. Diálogo abierto, actividades comunes, compañerismo, complicidad y euforia son equilibradas por un toque de romanticismo, compromiso y seriedad (Luna-Saturno en Libra). Riesgo de ambivalencias, tensiones y poca paciencia con los ritmos del otro, especialmente mientras Mercurio retrograda. En estos días, su presencia en Aries puede hacer hablar más de la cuenta o de forma hiriente, para luego crear culpa, miedo a hacer daño, inseguridad, cierta distancia y control. La casa VIII en Cáncer refleja la riqueza de una intimidad profunda y emotiva; aunque la Luna en Libra junto a Saturno puede exacerbar el idealismo y las expectativas, forzando las formas y restando espontaneidad. Se buscarán espacios de soledad a través del arte, la música, la meditación (Marte en Piscis), en una escapada de fin de semana o un romance pasajero, fantaseando con la diosa o el príncipe azul (Venus-Neptuno en casa III). Riesgo de evasión y decepciones. Mercurio retrógrado ofrece un tiempo excepcional para descubrir nuevas formas de comunicación no verbal, intuitiva o energética, así como una apreciación más amplia de la amistad y la libertad."Yo tengo razón/Tú estás equivocado"
Como una gran familia o dinastía de varias generaciones, esta primavera presenta el claro enfrentamiento y la lucha por la hegemonía de las posturas convencionales de Saturno-Luna en Libra, en contraposición a las aspiraciones juveniles de Aries con toda su impetuosidad, con la presencia muda de la sabiduría instintiva inexorable de Plutón en Capricornio que está desmantelando el sistema, más la defensa del idealismo y la espiritualidad de Venus-Neptuno en Acuario y de Quirón en Piscis casa III. Todo junto tirando en direcciones opuestas, cada uno con sus razones, necesidades y discursos vehementes. La visión polarizada habitual nos lleva a pensar: "Si yo tengo razón, soy bueno, y si tú me contradices, tú estás equivocado". Y aquí estamos, atrapados en esta eterna batalla del yo/tu, cierto/errado, dentro/fuera, bien/mal. Una encrucijada que parece no tener salida. Pero olvidamos que todos buscamos lo mismo: la felicidad; no somos tan diferentes. Y en este sentido y en muchos otros estamos en el mismo barco. La distribución del árbol de la Kábbalah muestra la energía concentrada en los pilares femenino y masculino, con una severa deficiencia en Tipharet y Yesod, las esferas centrales inferiores. Lo que refleja ausencia de conexión interna y externa, escasa apertura, miedo, poca flexibilidad y exceso de rigor, confirmado a su vez por la poca agua y el ritmo mutante del mapa.El ejercicio
Te propongo que realices este experimento: piensa en la persona cuya postura más te molesta o con la que discrepas. Mírala más allá de ti mismo, más allá de tus gustos, disgustos o apetencias. Pon momentáneamente tus creencias, opiniones, tu ego de lado. Y mira a esa persona con neutralidad. Como si fueras el abogado del diablo, trata durante una hora, o mejor, todo un día, de pensar como el otro piensa, de sentir lo que el otro siente. Métete en su psicología, en sus aspiraciones, en su ideal. No te defiendas. No hay un "me es imposible". Se trata de que, por unas horas, puedas vivir la vida desde su lugar. Piensa, habla, muévete, actúa como si fueras el otro, incluso puedes hacerlo en grupos, con amigos, con tu pareja, en el trabajo, intercambiando posiciones. Es sólo un juego, como teatro, como aprender a actuar. Haz este ejercicio varias veces con diferentes personas. No temas olvidar tus intereses. Si son genuinos, quédate tranquilo que allí estarán. Sólo que después de haber estado en la piel del otro encontrarás una nueva perspectiva, una nueva sensibilidad. Entonces podremos tender puentes, sentir, comprender, valorar al otro, llegar a acuerdos. Y, como dice la Kábbalah, descubrir que no hay nada malo en el Universo, que si todo ha sido creado o surge del mismo origen, todo busca lo mismo, todo sirve al reencuentro, a la unificación. E integrando todas las posibilidades por fin podremos despegar.
(Adriana Wortman en Athanor)
